En una primera fase, aparece la gingivitis, donde la encía aparece inflamada, enrojecida y sangrante.
Este estado aún es reversible, ya que no hay destrucción de tejidos, pero si no se soluciona el problema puede evolucionar hacia una periodontitis.
La prevención es vital en estos casos, por eso es importante mantener unos hábitos de limpieza bucales diarios y hacer limpiezas periódicas por tu dentista que eviten la acumulación de placa bacteriana y sarro.
El paciente debe ser parte activa en el tratamiento de esta patología, ya que es necesario mantener una buena higiene para detener la evolución.
Tu odontólogo procederá a sanear toda la boca mediante una limpieza para eliminar el sarro que se introduce dentro de la bolsa periodontal, en una intervención totalmente indolora, bajo anestesia local.
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